El despertar del lenguaje construye vínculo e identidad.
Estos días, y tras un periodo de adaptación escolar, las llamadas a la consulta han cambiado su contenido. Desde preocupaciones entorno al desarrollo, como aquellas preocupadas por la no consecución de una adaptación real, y que siguen acompañando los efectos de las vivencias de separación, y que aún andan cuidando las emociones del núcleo familiar trabajando sobre las anticipaciones, la organización y la atención a la emoción tanto de la infancia como de los adultos del hogar.
Sin duda Septiembre siempre resulta un mes complicado, por la carga emocional, y también por la carga mental en cuanto a la necesidad de organización y planificación. Pero se hace especialmente duro, cuando todo parece que debe seguir un orden y sientes que no lo estás siguiendo como se espera. Ante eso, paciencia, porque es necesario que seas compasiva con todo el esfuerzo que estás llevando a cabo, pero también consciente de la importancia de seguir el ritmo de tu peque y tuyo. Nada es eterno, aunque lo parezca, aunque la intensidad te de la sensación que no te deja avanzar.
Y como me siento comprometida con acompañarte, no te robo tiempo de lectura si no puedes, y tienes este mismo artículo en audio, de viva voz.
En el primer artículo de este mes, te comenté las necesidades sobre tu autocuidado; que un@ ha de estar fuerte y consciente para poder acompañar, para sentirte bien; pero también para sentir que las decisiones que tomas tienen sentido para ti, y para tu familia. Créeme, sea cual sea tu decisión, escuchada desde el corazón, vivida desde la emoción, y abordada desde la razón e información por múltiples vías; eres libre de decidir, y te lo dejo por aquí, por si necesitas recordarlo.
El siguiente artículo, te compartí una herramienta a modo de idea, para acercar el lenguaje a la emoción.
Y el tercer artículo de este mes, te compartía el nexo de unión entre nutrir la díada y a la vez construir los principios básicos de una buena comunicación. Básicamente porque la escucha es necesaria, la observación a las señales comunicativas y emocionales de tu peque también, más allá de las palabras. Y el fomentar estos espacios de escucha y sentir mútuo, con vivencias compartidas, podemos transformar y sostener la espera hasta un nuevo reencuentro.
Y en este que estás leyendo, como en todos los artículos de este blog, te indico que no hay recetas concretas, ni tampoco rápidas. Porque por encima de todo está el respeto al ritmo de tu peque. Y aunque necesitemos que éste se adapte, y podamos dejarlo con calma y amor; tiene todo el derecho, como tú, a decidir que le puede no gustar, y no queda más que seguir acompañando si no se encuentra otra solución.
Si hay algo que debemos tener claro, no son sólo las etapas evolutivas a nivel de hitos de desarrollo. Sino todo aquello que construye su identidad, su emoción y su conocimiento y relación con el mundo. Es todo aquello sobre lo que se construyen los aprendizajes, y tiene como primer gran vehículo el vínculo que establecemos de forma interpersonal, y como su mayor herramienta la empatía.
Aunque, como te decía al principio, a veces estas dificultades entrañan una sospecha, porque van unidas a otros aspectos, que se manifiestan a temprana edad. Tras les preguntas de orientación recibidas, he juntado toda esa información y contenido en el primero de los Talleres de Familia Upalah 2021-2022; “Separación y gestión de la ausencia. Cuando las palabras no llegan”; el 15 de octubre 2021 donde trataré de informarte y ponerte en situación del desarrollo de esta construcción que es la separación, desde el respeto y el apego integrado por tu peque. Y algunas ideas que puedas poner en práctica, desde la comprensión de su uso para poderlo acompañar en la vivencia de estas.
Pero antes te dejo disponible, de forma gratuita, el Seminario Lenguaje respetuoso. ¿Qué me nace, Qué acabo diciendo? y es que una de mis mayores preocupaciones, gira entorno a cómo sostener a quien sostiene.
Muchas mamás amanecen con la culpa, de tener que lidiar con los tiempos, con la expectativa, con la necesidad y con cómo gestionan todas esas emociones a través de sus palabras. Amanecen con la culpa por el temor a perder la ternura que hasta ahora han compartido, por dejarse llevar por las prisas (no estás sola). Hace un tiempo realicé este taller en vivo, para aquellas familias que decidieron sumarse a él. Para abordar la comprensión y la importancia de nuestro lenguaje. Con la intención de aportar comprensión y que puedas sostener y dejarte sostener cuando las palabras se confunden con las emociones.
¿Conoces el verdadero impacto de tus palabras? Con este seminario sólo espero haberte hecho conectar o encender la luz de la inspiración para poder MIRAR y acompañar desde el lenguaje a tu pequeñ@. |
Porque reflexionar y ser conscientes, es el primer paso para integrar cambios, conocer sobre su importancia nos ayuda a mantener el esfuerzo de cuidar nuestras palabras, no sólo aquellas que les decimos sino también las que nos decimos a nosotr@s. Y digo esfuerzo con toda intención, porque es algo que aprehendemos con lo vivido, no sólo en nuestra familia, sino en todo lo que nos rodea, desde televisión hasta nuestro tejido social. Confío en que te sea de ayuda.
En el seminario te comparto, ¿cuál es nuestro papel como adulto? sin ánimo de cargarte con más acciones a realizar o cuidar, sencillamente te emplazo a comprender desde tu vivencia para poder transformar.
Y es que el aprendizaje, está ligado al sentir. Y hasta aproximadamente los 7 años, todo aquello que aprendemos y sentimos, está directamente relacionado con la vivencia que tiene nuestro propio cuerpo: el movimiento, el tacto, el contacto, y el impacto de lo físico y de lo efímero de las palabras, porque éstas son vividas a través de cómo nos hacen sentir: tono, melodía, ritmo, intención y por último su significado. Y nos adueñamos de todo eso, para construir nuestra identidad, y realidad.
Porque el paso previo a expresar, está en el escuchar y comprender. En tener atención a lo que sucede en el mundo más allá del propio cuerpo, sentir curiosidad y es que más allá del nombrar y del decir está el despertar de pensar.
Y para ello, todo aquello que nos rodea en esta etapa, necesita de coherencia, de amabilidad hacia nuestro principal medio de comunicación y expresión que es nuestro cuerpo. Y del sentir y la sensibilidad que nos despierta el entorno para aventurarnos a seguir conociendo y tejiendo lazos de vínculo.
Sucede que tal y como está montado todo nuestro engranaje social, muchas familias han de proceder a la separación antes de estar preparados para envestir el deseo de la relación y de tejer vínculos más allá del que se está construyendo en este primer o primeros dos. Mucho antes de que el pensar nos lleve a la experiencia del recordar y sostener el recuerdo.
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